Carmesí

Poblesec se ha ganado una brillante reputación en los últimos años y ahora es un verdadero "centro gastronómico". Pero aunque pueda parecer que comiendo aquí sólo encontraremos pinchos baratos o una gastronomía con una estrella Michelin, si buscas un poco más, serás recompensado con todo tipo de establecimientos interesantes que encajan muy bien entre los dos tipos.

El restaurante Carmesí es el ejemplo perfecto. Su fachada sin pretensiones, alberga un pequeño restaurante acogedor y ocupando un parte principal del Carrer Blai. Haciendo referencia a los viejos tiempos del barrio como un héroe desconocido, este espacio luminoso y espacioso es un lugar para los lugareños, no de una manera exclusiva o hostil, sino de una manera que se nota que es su principal base de clientes. No solo sirven sangría para turistas. No, Carmesí es para los lugareños, un lugar donde se puede contar siempre con cocina de calidad, realizada con ingredientes de calidad.

En su interior, el ambiente es cálido y relajado, con coloridos muebles antiguos y una banda sonora tipo Café Paris. El bar ocupa toda la longitud de una pared y se transforma a medio camino en una cocina de abierta al público. Podemos ver a los cocineros trabajando, realizando lo que podría ser descrito como cocina de mercado mediterráneo con influencias internacionales (específicamente griegas). Pero más allá de ser fresca y deliciosa, Carmesí es conocido por el uso de productos orgánicos para crear platos saludables llenos de sabor.

Comience con un par de pequeñas croquetas calientes hechas con espinacas, feta y gorgonzola, o una de las ensaladas frescas y perfectamente adornadas que se elevan con gustos de queso feta, nueces, mango, pera y parmesano. Platos principales cocinados en wok, a risottos y tartas. Mi gusto por lo vegetariano disfrutó de una generosa parrilla de calabacines rellenos de arroz basmati y parmesano servido con una ensalada verde y olivada. Devoré la hamburguesa casera de cordero (fuera del menú especial), que estaba tierna y suculenta, acompañada con una cuña de berenjena a la parrilla y una ensalada de queso feta. Un plato equilibrado pero gratificante, ideal para las mañanas después de salir de fiesta.

Una muy buena selección de vinos españoles completan esta experiencia gastronómica junto con las tortas caseras.

Conclusión:

Cuando ya has tenido bastante de tendencias gastronómicas poco profundas y pretensiones hipster, Carmesí es el antídoto. Aquí todo se basa en una cocina honesta (y sana), alimentos hecho con ingredientes de la calidad, y por encima de todo, unos preios muy razonables.

Ben Holbrook

http://www.driftwoodjournals.com/