Cotton House Hotel, Autograph Collection

Tuvimos la estancia más fantástica que jamás hubiéramos podido imaginar. El lugar es, por supuesto, divino, pero el personal y el nivel de servicio fueron extraordinarios. Desde los agentes de recepción que nos recibieron calurosamente y enviaron una botella de vino para nuestra estancia. El personal del restaurante fue muy amable. Pero realmente no podría haber tenido una mejor experiencia si no fuera por el portero, Reyes. Una joya de persona. Cada vez que interactuábamos me llenaba de inspiración y conocimiento.

Las instalaciones son excepcionales con un diseño muy acogedor y un estilo decorativo único, pero el servicio es irregular, no acorde a la categoría. Hay demasiadas personas no profesionales, incluso en la recepción.

Mi estadía en el Cotton House Hotel, Autograph Collection fue maravillosa. El lugar es hermoso y las habitaciones estaban impecables. El personal fue muy amable, en particular el Sr. Reyes, que se destacó por la diligencia con la que manejó cada detalle, desde el coche hasta el taxi, pasando por las maletas y el peso. La calidad del servicio que nos brindó fue sorprendente. Además, el restaurant fue espectacular, la comida estaba riquísima.

Llegué a las 11 de la mañana, me registré y como la habitación no estaba preparada, me fui. Me dijeron que me llamarían cuando estuviera lista; ni me llamaron ni me enviaron la notificación a la App de Marriott. Soy miembro del programa de fidelidad. A las 3 de la tarde volví a por la llave, había 2 parejas haciendo el check in y me tocó esperar. De paso digo que la recepción era muy pequeña y entre la gente que se acumulaba y los carros de maletas, no era nada cómodo. En ese momento el mismo empleado, me preguntó si era un repartidor que venía a dejar un paquete. Me pareció una falta de tacto absoluto, porque en ese momento ofrecían cava o champage a los clientes que estaban delante mío. No pretendo que me inviten una copa de nada, pero lo mínimo es que los empleados sean respetuosos con los clientes y esto no sucedió. Al check out me habían cargado un mini bar que no había cosumido, lo digo y me lo quitan, cuando veo la factura me lo habían cobrado igualmente. Me tocó volver y explicarlo para que me hicieran el abonó correspondiente. De los empleados, 2 no hablaban español, también muy sorprendente. Antes de dejar la habitación me llaman a la puerta, era una joven empleada que tampoco hablaba español, y quería controlar el consumo del minibar; ¿qué iba a controlar si ya me lo habían querido cobrar? El lugar era muy bonito, con zonas comunes espectaculares, la habitación pequeña pero bien equipada, el baño no es nada cómodo. Sales de la ducha directamente a la habitación y lo mismo del WC. En fin un gran lugar pero con personal que no está a la altura.

Me alojé en un lugar muy agradable que ofreció excelente servicio, pero especialmente quiero agradecer a Reyes ? por su amabilidad desde nuestra llegada hasta nuestra partida. Además, el desayuno era muy bueno así como el servicio en el bar ?. ¡Realmente disfruté mi estancia!