Hotel Midmost by Majestic Hotel Group

Excelente alojamiento en el centro de la ciudad. Desayuno completo cumpliendo rigurosamente todas las medidas de seguridad relacionadas con la pandemia de COVID. Habitación limpia con cambio de sábanas cada dos noches. De acuerdo con el contexto actual, el precio es muy competitivo. Merece la pena repetir.

Este hotel de tres estrellas no estaba a la altura de lo que prometía. Por las fotos parecía acogedor y cuidado, pero resultó ser muy normal y antiguo. Los muebles del escritorio y el armario presentaban desconchados, los suelos estaban enmoquetados y los baños, aunque habían recibido un lavado de cara, tenían toallas muy antiguas y gastadas. Sólo había un ascensor para todos los clientes, lo que obligaba a esperar bastante para poder usarlo. El "desayuno continental" está anunciado como bufet, pero resultó ser una gran incomodidad ya que había que pedir incluso el aceite para las tostadas sin poder ver todo lo que había. Por suerte, sí destacó la limpieza y la atención mostrada. Respecto al precio, no hay duda de que era muy caro, sin justificar en absoluto el coste de la estancia.

Este lugar no era mi primera opción pero tuvimos que mudarnos debido a que el otro hotel había cerrado. Su ubicación, entre la Universidad y la Plaza Catalunya, es lo mejor. La habitación está bien, era de tamaño aceptable y estaba bien decorada. Esto sí, faltaban lujos como amenities para ser un hotel de 4 estrellas. Por ejemplo, otro hotel de la ciudad ofrecía te y café de cortesía en la habitación, pero aquí solo disponían de té, y había que pagar por el café. Además, no había jabón de manos ni cuchara. Además, cuando llegamos la habitación estaba helada, ya que el aire acondicionado estaba encendido y la única manta se encontraba en el armario. El desayuno fue un desastre. Solo había una moza para todo el hotel, que no pudo atender a todos. Como medida de prevención COVID, no había buffet pero finalmente vino otra chica a ayudarla ( suponemos que era de limpieza) y servía con la balleta. El hotel cuenta con una terraza con hamacas y una piscina, pero esta última era más pequeña que la bañera de mi casa.

La habitación estaba muy limpia y el personal muy amable. El desayuno es muy completo y la comida de muy buen sabor. El Sky bar es el lugar perfecto para disfrutar una tarde noche. En términos generales es un muy buen hotel, sin duda regresaría. Roberto, en recepción, fue muy atento al pendiente de la estancia.

¡Me quedé impresionado con la calidad del servicio! El desayuno estaba increíble y aunque la habitación no era muy amplia, se notaban los detalles de la calidad del grupo del hotel en la decoración, limpieza y mantenimiento del lugar. La terraza es un lugar encantador en el corazón de Barcelona.