Palacio de la Música Catalana - Palau de la Música en Barcelona

Uno de los más bellos ejemplos del Modernismo catalán, este Palacio del arquitecto Lluís Domènech i Montaner es conocido por su fachada principal decorada con mosaicos.

La mayor concentración de elementos decorativos se encuentra en el escenario donde se pueden ver los famosos tubos del órgano del Palau, el mosaico del escudo de Cataluña y las dieciocho musas que llevan los instrumentos que son obra del escultor Eusebi Arnau. También hay que destacar los conjuntos escultóricos realizados por el famoso escultor Pablo Gargallo.

Abierto todos los días del año. Se paga entrada. 

Entradas para el Palau de la Música Catalana: visita única o visita guiada

El Palau de la Música Catalana está situado en el barrio del Born de Ciutat Vella. Es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad y una visita obligada para todos los amantes de la arquitectura y la música.

El Palacio de la Música Catalana, Patrimonio Mundial de la UNESCO

El Palacio de la Música se construyó entre 1905 y 1908 para albergar al Orfeó Català (asociación de coros de Barcelona), que necesitaba un espacio más amplio para sus ensayos. Hoy acoge conciertos y eventos musicales de renombre internacional.

El Palau de la Música es una de las joyas arquitectónicas de Barcelona, obra del arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner. El edificio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es famoso por su gran sala de conciertos decorada con vidrieras de colores, esculturas y mosaicos, y está considerado uno de los mejores ejemplos de la arquitectura modernista catalana, también conocida como Art Nouveau. Esta arquitectura se caracteriza por el uso de materiales modernos como el hierro, el vidrio y el hormigón, así como por motivos y formas inspirados en la naturaleza.

Entre las técnicas de construcción específicas del Palau de la Música Catalana destaca el aprovechamiento de la luz natural, abundante gracias a las grandes claraboyas y ventanas en forma de rosa. La estructura también presenta coloridos mosaicos, esculturas y motivos florales, que crean un efecto estético único y vibrante.

El arquitecto, Lluís Domènech i Montaner, también utilizó técnicas avanzadas para la época, como el uso de cerchas de acero para la estructura del edificio, lo que le permitió crear una gran sala de conciertos sin pilares intermedios. Otro detalle técnico es que el edificio se construyó sin utilizar vigas de acero, algo muy poco frecuente en la época. En su lugar, la estructura descansa sobre columnas decorativas de hierro fundido y arcos de ladrillo, creando una atmósfera única y mágica en el interior.

Lluís Domènech i Montaner también es conocido por haber diseñado la Casa Lleó i Morera en 1902, la Casa Fuster en 1911 y, por supuesto, el Hospital de Sant Pau entre 1901 y 1930, que también es Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1997.

Nuestro consejo: Para aprovechar al máximo su visita al Palacio de la Música, le recomendamos realizar una visita guiada para conocer la historia y la arquitectura del edificio. También puede asistir a un concierto para apreciar la excepcional calidad acústica de la sala.

Por último, una anécdota interesante sobre el Palacio de la Música es que, durante la Guerra Civil española, el edificio se utilizó como garaje para vehículos militares, ¡lo que salvó al edificio de la destrucción! Un milagro.