Collage Cocktail Bar

-¡Es una estantería  impresionante! -exclamé mientras me apoyaba en el bar. "Sí, nos gusta coleccionar", respondió Fernando, sonriendo a sabiendas.

Ubicado en una del barrio del Born, este pequeño espacio iluminado de rojo y verde está adornado con vibrantes obras de arte: acuarelas de leones deshilachados y zorros colorados que se persiguen mutuamente. Un tramo de escaleras conduce a un acogedor entresuelo resplandeciente con sofás antiguos y gabinetes de madera rellenos con vasos de cristal y libros con títulos como Where Bartenders Drink. Me imagino que debe de ser como la cueva del príncipe Phillip en el palacio de Buckingham.

"Fue difícil encontrar las piezas correctas", explicó Fernando después de felicitarlo por crear un espacio tan suntuoso. "Tuvimos que ir al mercado de los Encants muy temprano cada fin de semana y negociar para conseguir buenos precios. Y ahora tenemos que cambiarlo. Este mobiliario no estaba hecho para estar en un bar, ya sabes." Personalmente, creo que debería dejarlo exactamente como está.

La acción, sin embargo, ocurre en la planta baja, donde Fernando y su equipo complacen su pasión por la mixología. Ya sea perfeccionando los clásicos o creando sus propias combinaciones, con mucha seriedad y profesionalidad.

Como me gusta salir de lo mismo de siempre, pedí una recomendación.

-¿Te gusta algo en particular? ¿Amargo? ¿Dulce? ¿Ron? Whisky…"

"Amargo. Y el ron suena bien.”

Fernando se quedó inmóvil durante cinco segundos, sus ojos pasaron por una rueda mental de opciones que encajaría con mi deseo. Volvió a la vida, agarrando botellas de la estantería y derramando con gracia los líquidos de una taza a otra en largos y arqueados arroyos sobre su cabeza. Una rápida prueba de sabor con una paja y todo mío.

Era de color ámbar y dorado y bebí a pequeños sorbos, deleitándome en la sedosidad y el satisfactorio acabado amargo. Fernando hizo otra para sí y charlamos un poco más sobre el bar.

"Es muy fácil de beber," dije, sin saber que mis piernas se estaban convirtiendo lentamente en piedra.

"Sí lo es. Pero tiene mucho alcohol ", advirtió.

-¿Haces comida? -pregunté.

"Lo hicimos. Pero nos dimos cuenta de que la mayoría de la gente viene aquí a beber. Así que ya no lo hacemos. "

-¿Y hasta que hora tienes abierto?

"Depende, pero alrededor de las 2:30 / 3.00h. Los lunes son en realidad nuestras noches más difíciles porque los camareros de otros bares vienen aquí después del trabajo para tomar una copa. El Eixample, alrededor de Aribau y calles así, son las zonas del 'cóctel clásico', pero el Born es el nuevo lugar para cócteles".

Conclusión

Collage es un homenaje a la mixología, un lugar elegante donde se puede disfrutar y frikear su cóctel sin sentirse pretencioso. Como Fernando me explicó, "Este mundo no es fácil. Realmente tienes que amarlo. " Y eso es lo que marca toda la diferencia…

Por Ben Holbrook http://www.driftwoodjournals.com